Encuentran muerta a
dirigente pehuenche Nicolasa Quintreman en aguas del lago Ralco.
Este viernes se realizarán en Ralco Lepoy, comuna de Alto Bío Bío, los funerales de Nicolasa Quintreman Calpán, emblemática dirigente Pehueche que murió tras caer a las aguas del lago Ralco. Su hermana Berta lamentó la muerte en el mismo lugar que tanto combatieron mientras que el Fiscal reafirmó la teoría inicial de un lamentable accidente.
Nicolasa Quintreman: “Será
recordada como una de las más grandes dirigentes mapuche del siglo XX”
“Lo
cierto es que ella comenzó a morir hace al menos una década. Una parte suya
murió cuando Eduardo Frei, el mandatario trenzado con el poder económico,
autorizó en sus tierras el emplazamiento de la central. Otra cuando Ricardo
Lagos, el mandatario amado por los banqueros, inauguró a escasos kilómetros de
su ruca el gigantesco muro de la represa, brindis con champaña incluido”,
expone el periodista y escritor.
El periodista
y escritor, Pedro Cayuqueo, destacó el rol de la emblemática líder pehuenche
Nicolasa Quintreman Calpan, en la resistencia de las comunidades mapuche frente
a los planes de Endesa España por construir una represa en el río Bío Bío,
afirmando que será recordada como “una de las más grandes dirigentes mapuches
del siglo XX”.
En su
blog Voces de La Tercera, Cayuqueo se refiere a la dirigente mapuche,
cuyo cuerpo fue encontrado sin vida flotando en las aguas del lago artificial
de la represa Ralco, hecho que es materia de investigación.
El
escritor señala que “Nicolasa, junto a su hermana Berta, lideraron la
resistencia de las comunidades frente a los planes de Endesa España por
represar el río Bobío. No exagero si señalo que será recordada como una de las
más grandes dirigentas mapuche del siglo XX. Su determinación, solo
mellada por la soledad de su bregar y un muro que comenzó a levantarse sin
autorización ni aviso previo, fue un bálsamo de dignidad en tiempos de
borrachera neoliberal”.
Precisa
que “muchos quienes la acompañamos en la cordillera la recordamos con cariño,
admiración y profundo respeto. Su ruca, a orillas del Biobío, fue una verdadera
escuela política y cultural para toda una generación de jóvenes que por sus
huellas transitó. Su dignidad, una bofetada frente a quienes, desde el gobierno
y el empresariado, pensaban que todo tenía un bendito precio; la gente, el río,
la tierra, la lluvia, los espíritus… todo, incluida la memoria”.
“Mapu Zomoche Newen, ‘Fuerza de la Mujer de la
Tierra’, fue el nombre elegido por la ñana Nicolasa, su hermana Berta, la
imparable Aurelia, la ñana Pancha y entre ellas el lonko Antolin Curriao, para
resistir ante Endesa y, sobre todo, ante la prepotencia acostumbrada de los de
arriba para con los de abajo. Un puñado de mujeres, sin ‘educación’ winka, pero
profundamente sabias en la lengua de la tierra y en aquello que los mapuche
llamamos ‘kelluwun’, apoyo mutuo. Una década costó al gobierno y a Endesa que
aceptaran negociar. La prensa, era de esperar, resaltó en
titulares
el millonario acuerdo, sin entender jamás que fueron los hechos consumados –y
no la calculadora– quienes tuvieron montaña arriba la última palabra. Sí,
finalmente negociaron. Lo hizo la ñana Aurelia, la ñana Berta y finalmente
Nicolasa. Pero ninguna de las tres aceptó ser relocalizada tierras arriba o
tierras abajo. Se quedaron allí, a orillas del lago, porfiando hasta el
último”, sostiene.
Y agrega
que la primera en fallecer fue la “ñaña Pancha, a quien alguna vez acompañamos
hasta el nacimiento del Biobío, en la laguna Galletue, maravillándonos con sus
historias. Le siguió el lonko Antolin, que hasta el final luchó por rescatar
los cuerpos de sus familiares del cementerio inundado por las aguas del
embalse. Abuelos, abuelas, primos, tíos, hermanos, todos ellos a 60 metros de
profundidad. Hoy cabalga donde sus mayores Nicolasa”
Sobre su
muerte señala que “’Presumiblemente falleció el lunes’, adelantó el fiscal,
pero lo cierto es que ella comenzó a morir hace al menos una década. Una parte
suya murió cuando Eduardo Frei, el mandatario trenzado con el poder económico,
autorizó en sus tierras el emplazamiento de la central. Otra cuando Ricardo
Lagos, el mandatario amado por los banqueros, inauguró a escasos kilómetros de
su ruca el gigantesco muro de la represa, brindis con champaña incluido. Lagos,
a diferencia de Frei, a quien la ñana Nicolasa llamaba ‘el cobarde’, tuvo la
patudez de visitarla en su propia casa. Fue una medida desesperada del primer mandatario,
un último recurso para convencerla de largarse de sus tierras y allanar así el
camino de sus amigotes de Endesa. En su ruca –me confidenció en una de mis
visitas– Lagos le habló del progreso, del desarrollo y del arribo de la
modernidad. Nicolasa poco y nada se interesó en aquello”.
Y añade
que “entonces Lagos, entre mate y mate, le habló del nuevo trato, de la deuda
histórica, de proyectos y más proyectos para ella y su familia. Y Nicolasa,
inmutable. Fue entonces cuando Lagos, el ‘estadista’, le insinuó aquello de las
razones de Estado. Y del ‘interés superior de la nación’. Y de cómo, en una
democracia, Carabineros está para hacer cumplir la ley, por doloroso que ello
resulte. Fue Berta, me contó sonriendo, quien señaló a un sorprendido Ricardo
Lagos dónde quedaba la puerta”.
“’Endesa
llegó con mucha mentira y engaño. Van a cambiar calidad de vida, van a tener
todo bueno, le decían a la gente. De todo le vamos a dar, tierras, animales,
así iban diciendo. Y así la gente comenzó a firmar, de a poco. Cuando llegaron
a mi casa yo les dije: ‘Yo seré pobre, seré como seré, pero no me moveré de
donde me dejaron mis mayores. Yo seguiré donde me crié, donde me nacieron,
ustedes se van, vayan a engañar a la gente a otra parte’. Las palabras de
Nicolasa fueron registradas en 2005 por el director catalán Manel Mayol, en
pleno llenado del embalse. ‘El presidente de Chile estaba vendido con Endesa
desde antemano. Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ese hizo todo, tomó todos esos
compromisos’, denuncia la ñaña en el premiado documental ‘Apaga y Vámonos’”,
menciona.
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